Hoy, sábado 19 de abril, nos hemos levantado hacia las nueve de la mañana, hemos bajado a desayunar y hemos estado preparando el guión de trabajo porque, como hoy no podemos subir al Alto de la Florida, nos quedaremos en Bogotá.
Nos dirigimos al puesto de trabajo de Nubia que, según la dirección que me dio, está en la esquina de primero de mayo con la ochenta y seis. Efectivamente allí está con su traje de trabajo verde y su carrito de bebidas energéticas. Nos recibe con un caluroso abrazo y, tras una pequeña charla en la que me comenta que es una zona un poco peligrosa y que los forasteros no están bien mirados, decidí dejarla para que pudiera seguir trabajando.
De regreso hacia el hotel pensé que era bueno tomarnos el día de descanso ya que los días anteriores han sido muy duros y el equipo está un poco tenso, por la presión del trabajo bien hecho.
Estuvimos en una de las habitaciones revisando todo el material grabado y había imágenes que incluso nos producían risas y maravillosos recuerdos. Tanto a Nacho como a Fran, de vez en cuando, se les planteaban escenas que no estaban planeadas en el guión.
Salí a dar una vuelta por la ciudad y llegué al parque de la noventa y tres. Recorrí diferentes calles y como mi amigo Próspero, jefe de seguridad de ACNUR, me había recomendado no caminar sólo por la ciudad porque es relativamente peligroso, decidí coger un taxi e irme hacia el hotel.
Decidimos salir a cenar y encontramos un bar restaurante, Don Pepe. Así, la cena y la relajación nos ha mejorado el carácter a todos.